Páginas..

domingo, 11 de marzo de 2012

Ellos ríen. Dicen que soy gracioso. Supongo que lo soy... que sé serlo mientras les hago reír. Supongo que pensarán que soy feliz. Alguien que siempre hace reír a los demás debe serlo, ¿no?. 
Pero hay veces que cuesta trabajo ser lo que todos creen que eres. En algunas ocasiones salir al escenario es jodidamente difícil. Vestí la giuba dice Leoncavallo en su ópera. No importa que esté hecho mierda por dentro, que me sienta solo entre tanta gente, que me sienta perdido, que no sepa qué va a ser de mi vida, que note cómo el tiempo se me escapa, que vea como todos a mi alrededor avanzan mientras el ancla que pende de mi alma se hace cada vez más pesada, que espere su llegada día tras día pero que ella me esquive...
¿Cuánto tiempo puede un corazón albergar esperanza? ¿Cuántas noches habré de soñarte hasta tenerte a mi lado? ¿Cuántas veces tendré fuerzas para no rendirme? ¿Cuántas risas puedo ser capaz de fingir? ¿Cuántos días más desearé no haber despertado?
No creo que pida demasiado. No necesito lujos ni nadar en dinero, no necesito gran cosa... Solo necesito algo por lo que desear levantarme cada mañana.
Mientras tanto, y no sé hasta cuándo, volveré a ponerme la máscara. Máscara que tapa mis ojeras. Ojeras que son prueba de que el sueño también me esquiva por las noches. Noches en las que las sombras se acercan sigilosas y me torturan susurrándome al oído todo lo que jamás seré y tendré.